La Técnica metamórfica es una terapia de sanación basada en el acceso de uno mismo a la autocuración y al crecimiento.
Se aplica con un leve toque sobre las áreas de los reflejos espinales primero de los pies, luego de las manos, y finalmente la cabeza.
Creado por el británico Robert St John, en la década de 1960, y desarrollado por Gaston St Pierre, la técnica ha viajado por todo el mundo.
Nuestros cuerpos físico, emocional, mental y espiritual están interconectados a través del Cuerpo Vital, es por ello que lo que afecta a uno de esos cuerpos repercute en los demás. Ésta técnica trata a la persona, no a la enfermedad, tratando de despertar la fuerza vital de cada uno.
La Técnica Metamórfica es una herramienta muy útil para solucionar traumas inconscientes tanto recientes como antiguos, desde la concepción hasta el momento actual. Es de gran ayuda en síndrome de Down, autismo, problemas de aprendizaje, bloqueos emocionales o psicológicos ansiedad, depresión, para embarazadas, etc.
Puede ser recibida por cualquier persona y es un regalo maravilloso para el receptor de la misma. No sólo está destinado para la sanación de adultos sino que también es una práctica perfecta para niños con problemas de desarrollo.
Este tratamiento tiende a traer el equilibrio a la vida y es una práctica sencilla que se puede hacer en cualquier momento.
Después de la sesión la gente suele sentirse con energía y relajada. En algunos casos las respuestas son inmediatamente perceptibles, mientras que en otros son más sutiles.
Estas sensaciones pueden ir desde los sentimientos generales de tener más energía y confianza a mejora en la salud física, mental o emocional, liberación de los viejos hábitos o ir dejando atrás, gradualmente, las heridas del pasado.
Mucha gente reporta cambios significativos en la forma en la que ven la vida y cómo se sienten y piensan de sí mismos, en muchos casos experimentan un creciente sentido de propósito y fuerza interior.
Lo mejor es que lo pruebes y compruebes sus beneficios.